De por qué las Letras
Pero no de las que forman palabras, sino de las que están formadas por palabras. Y por tantas otras cosas. Y de eso se trata.
Se trata de llegar al otro, siempre. Y capaz que escribir, aunque uno se ufane muchas veces en sostener que es para uno, y así lo sienta, no deja de ser un intento de acortar distancias, entre tantas que tenemos y sufrimos cada día. Y por eso los comentarios, que es lo que siempre, íntimamente, uno espera. Porque esta sociedad es cuantitativa, y nos gusta tener muchos comments. Y muchos mails cuando abrimos la casilla cada día. Y muchos sobres, si acaso recibimos correspondencia. Es por eso, y es también por nuestras propias inseguridades, que nos calan los huesos vez tras vez, segundo a segundo, y queremos saber qué piensa el otro. No podemos evitarlo, sucede; de nada vale que intentemos convencernos. Aunque de nada vale tampoco darles tanta importancia.
Como tampoco tiene tanta importancia toda esta disertación malforme, porque en realidad yo iba por otro lado hasta que apareció este conejo: las letras. Cuando uno piensa el blog (cuando yo pienso el blog) intenta que sea algo suyo, que tenga algo suya, que haya algo suyo, y que, eventual e idealmente, sea uno. Y supongo que, después de todo, siempre es. Pero a veces uno quiere escribir, y no sale, no anda bien. Y de golpe, como un golpe, o como una suave brisa que se cuela por debajo de las costillas, aparece una de esas letras. Una que ya es conocida, que estaba por ahí, y que vuelve, y que te deja boca abajo pensado qué sentido tiene que uno, humilde, tosco y tullido como es, se empeñe en hacer algo lindo o bueno, cuando tantas cosas tan lindas y buenas, perfectas incluso, se han hecho. Por qué no, simplemente, sentarse a mirar…
Pero no, esto no nos va a impedir producir, porque no debe, porque no podemos permitirlo. Pero lo que sí podemos permitirnos es tomar prestadas algunas de esas letras, y mostrarles a los demás que nos gustaría fueran nuestras, pero sabemos que no. Si tenemos suerte, al otro le gustarán. Y si somos lo suficientemente afortunados, le habremos mostrado a alguien algo que no conocía. Y, si todo sale como nunca, lo habremos trasnportado hacia algún lugar, como nos pasara a nosotrs mismos escasos segundos antes de decidir que esa letra, con esas palabras, imágenes, sonidos y demás, tenía que venir al blog.
Y aunque no invento ni descubro nada, y Las Palabras ya las escribió Sartre (y tantos otros) es esta mi innecesaria justificación de por qué, cada tanto, encontrarán aquí Letras.
Se trata de llegar al otro, siempre. Y capaz que escribir, aunque uno se ufane muchas veces en sostener que es para uno, y así lo sienta, no deja de ser un intento de acortar distancias, entre tantas que tenemos y sufrimos cada día. Y por eso los comentarios, que es lo que siempre, íntimamente, uno espera. Porque esta sociedad es cuantitativa, y nos gusta tener muchos comments. Y muchos mails cuando abrimos la casilla cada día. Y muchos sobres, si acaso recibimos correspondencia. Es por eso, y es también por nuestras propias inseguridades, que nos calan los huesos vez tras vez, segundo a segundo, y queremos saber qué piensa el otro. No podemos evitarlo, sucede; de nada vale que intentemos convencernos. Aunque de nada vale tampoco darles tanta importancia.
Como tampoco tiene tanta importancia toda esta disertación malforme, porque en realidad yo iba por otro lado hasta que apareció este conejo: las letras. Cuando uno piensa el blog (cuando yo pienso el blog) intenta que sea algo suyo, que tenga algo suya, que haya algo suyo, y que, eventual e idealmente, sea uno. Y supongo que, después de todo, siempre es. Pero a veces uno quiere escribir, y no sale, no anda bien. Y de golpe, como un golpe, o como una suave brisa que se cuela por debajo de las costillas, aparece una de esas letras. Una que ya es conocida, que estaba por ahí, y que vuelve, y que te deja boca abajo pensado qué sentido tiene que uno, humilde, tosco y tullido como es, se empeñe en hacer algo lindo o bueno, cuando tantas cosas tan lindas y buenas, perfectas incluso, se han hecho. Por qué no, simplemente, sentarse a mirar…
Pero no, esto no nos va a impedir producir, porque no debe, porque no podemos permitirlo. Pero lo que sí podemos permitirnos es tomar prestadas algunas de esas letras, y mostrarles a los demás que nos gustaría fueran nuestras, pero sabemos que no. Si tenemos suerte, al otro le gustarán. Y si somos lo suficientemente afortunados, le habremos mostrado a alguien algo que no conocía. Y, si todo sale como nunca, lo habremos trasnportado hacia algún lugar, como nos pasara a nosotrs mismos escasos segundos antes de decidir que esa letra, con esas palabras, imágenes, sonidos y demás, tenía que venir al blog.
Y aunque no invento ni descubro nada, y Las Palabras ya las escribió Sartre (y tantos otros) es esta mi innecesaria justificación de por qué, cada tanto, encontrarán aquí Letras.
6 opiniones:
ehh...
...tanto que decir, tan poco tiempo, tan poco espacio, tan poca intimidad...
...es my lindo lo que escribió, algunas cosas son muy ciertas, otras son más subjetivas...
...y con algunas de esas subjetividades estoy muy de acuerdo, y a las otras las entiendo, pero a mí no me pasan así...
...pero es muy linda su justificación de las letras...
(...aún cuando no hacía falta...)
...que bien se le hilan las palabras a usted cuando las deja ser...
g.
Usté tiene razón, algunas cosas son muy ciertas, otras son muy subjuntivas.
Y aunque no coincida con usté en lo bien que "se me hilan las palabras" me llamo a silnecio, porque no queremos polemizar.
Sracias,
G.
Bueno, no se que huviese dicho de ver este post sin el siguiente, pero después de lo aportado no me queda más por de decir que: Mande letras, serán bien recibidas.
Rracias,
R.
(si, si, lo mio vino de egocentrismo)
Sí, es como inevitable. Debe estar, yo creo, emparentado con mi "alma" de profesor: si vos sabés/conocés/tenés algo que está bueno, cómo podés evitar no sentir la imperiosa necesidad de compartirlo?
Y ante ciertas piezas del más fino arte que la vida pone a nuestra disposición yo no puedo menos que sacarme el sombrero.
S.
sí, bueno, pero porque la ceremonia de la presentación? no me malinterprete, es muy bonita, pero innecesaria. usted,como cualquiera, podía poner letras sin tener que excusarse o justificarse. ya lo hbaía hecho, de hecho. entonces, no sé si es tan sólo el alma de profesor....
además, yo siempre siento la imperiosa necesiddad de compartir cosas, y lo hago, y no tengo alma de profesora ni ahí...
no sé, S. no sé si su alma de profesor, que obvio que a tiene, tiene algo que ver con todo esto...
creo que, más bien, aquì se ve su pasiòn por la vida, por eso el disfrutar y querer compartir las cosas de las que disfruta. y la presentación fue pura y exclusivamente su alma de escritor....
pero no sé, como estoy laburando y haciendo ochenta cosas a la vez, seguro que me mandé cualquiera y que escribí cualquier cosa
(este mensaje fue escrito con la banda sonora de los mensajes de espera de Iberia...)
acabo de leerme: me mandé cualquiera maaaaaalllllll :)
graciasporcomunicasreconvisatravegard :))
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