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Oh, viejo vagón de tren,
Que arrastras sin cesar
Cuerpos verdes y vidas grises;
Una masa informe
De tristes desencuentros,
Suertes compartidas
Y telas de algodón.
Que cinchas del cansancio
De largas horas muertas.
Regalame tu viento,
Tu sórdido ulular,
Sabor de vías muertas,
De vidas por llegar.
No notas mi presencia,
No notarás mi ausencia,
Y dentro de unas hroas,
En este mismo andén,
Seremos dos extraños
Fingiendo no saber.



1 opiniones:

gerund | abril 03, 2006 7:23 p.m.

oh


(perdòn por no tener mucho más para decir...)